Mi diario

Antes de que mi padre naciera mis abuelos se fueron a Francia, donde mi padre nació y se quedó hasta que cumplió los once años. Luego regresaron a España, donde conoció a mi madre.
Cuando yo era pequeño era muy gordito y siempre que hacía ejercicio me torcía los tobillos, era muy revoltoso y tenia el pelo de punta, al igual que mi abuelo me llamaba el pelopúa.
Pase a primero de primaria y vino una niña nueva, yo era muy cortado con ellas en esa epoca de mi vida y no me atreví a hablar con ella, después, en segundo vino otra niña que se saltó primero se creyó muy lista, pero era como los demás.
Cuando cumplí los siete años, tuve a mi hermana, que al contrario que yo era muy canija y era un poco rubia pero ahora ya es tan castaña como yo.
Luego antes de irme al instituto fui a un campamento de verano, donde me quedé tres días. Cuando volví tuve un dilema, fue irme al Rábida o al Neruda, en el Rábida estaban muchos de mis amigos, y en el Neruda había pocos, pero confié en que me aceptaran los del José Oliva como un amigo suyo.

Adrán Fernández Cintado