Lo primero sería, repartir la mitad del dinero, más o menos, entre mi familia, pagar deudas del banco y cosas parecidas. Tras haber ahorrado una buena cantidad para lo que pudiera pasar en el futuro, me quedaría con la mitad del dinero sobrante y la otra mitad, la donaría a las personas que no tienen nada, ya que ellos necesitan el dinero mucho más que yo.
En mi opinión, creo que seguiría la misma vida que tengo hasta ahora, es decir, viviría en Huelva, iría al instituto "Pablo Neruda", seguiría practicando la gimnasia deportiva, ... etc. Por supuesto, haría realidad pequeños caprichos que siempre había querido.
La razón por la que tendría una vida más o menos normal es, porque al ser rico, casi todas las personas dejan de quererte por lo que eres, sino que empiezan a querere por lo que tienes. No deseo tener falsos amigos, ni novios, ni nada parecido. Tampoco me gustaría tener sirvientes, ya que veo absurdo que una persona tenga que realizar tus responsabilidades cuando tú puedes desarrollarlas perfectamente.
En absoluto dejaría de estudiar, ya que no tener ninguna ocupación o deber sería bastante aburrido y, a parte, quiero ser alguien en la vida y que cuando yo me muera, no me recordaran por el dinero que tuve, sino por lo que fui.
Esto es una idea pasajera de lo que podría hacer, ya que nunca se puede saber lo que vas a realizar hasta que no te ves en esa situación.
Belén, me ha gustado mucho tu redacción. Realmente es importante que no le des importancia a las riquezas, sino al valor de las personas por lo que son.
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